Para comenzar, pienso que es vital a diferenciar algunos términos que nos serán muy comunes encontrar en el campo de la educación y la virtualidad. La primera palabra a comprender será virtualidad.
La etimología de las palabras siempre nos ayuda a comprender mejor su significado; la palabra virtual procede del latín medieval virtualis, que a su vez se deriva de virtus: fuerza, potencia. Visto así, según Martel, Llano, que algo sea potencia quiere decir que tiene el poder, la fuerza para llegar a ser algo. Es decir entonces, que lo virtual no es por si mismo algo, sino que puede llegar a ser.
La palabra virtual, se emplea para expresar la condición de sustituto de algo, de algo que existe de manera física, como un juego que se hace de manera física, presente con otro, se puede hacer de manera virtual, en donde el otro también esta presente, y también hay una interacción, pero no se presenta de manera física, sino virtual, proyectado en el computador. Es entonces una adaptación de lo real.
Hay diferencias claras entre lo real y lo virtual, solo que el mundo virtual muchas veces llega a ser bastante parecido a la realidad, como en los juegos de simulación de vida humana como los Sims o Secund life. Sin embargo, es de aceptar, que en la actualidad desde pequeños, muy pequeños, los niños(as) están inmersos en el mundo de lo virtual, y se relaciones con aparatos tecnológicos, que le permiten acercarse de manera diferente al conocimiento, y precisamente una vez que identificamos esto, es necesario como maestros potenciar el uso de estas herramientas para el beneficio de su educación.
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